Infancia y juventud
Gabriela Mistral nació en una familia de escasos recursos. Su padre, Juan Jerónimo Godoy Villanueva, era un maestro rural y su madre, Petronila Alcayaga Rojas, era una costurera.
Mistral tuvo una infancia difícil. Su padre murió cuando ella tenía apenas tres años y su madre tuvo que trabajar duro para mantener a su familia. A pesar de las dificultades, Mistral se destacó por su inteligencia y su amor por la poesía.
Carrera literaria
Mistral comenzó a escribir poesía a una edad temprana. En 1908, publicó su primer poema, «El soneto de la princesa», en el diario «El Coquimbo».
En 1914, publicó su primer libro de poemas, «Desolación». Este libro, que se caracteriza por su tono melancólico y su temática existencialista, fue un éxito de crítica y público.
Mistral continuó publicando libros de poemas a lo largo de su vida. Entre sus obras más destacadas se encuentran «Ternura» (1924), «Taller» (1923), «Lecturas para mujeres» (1923), «Recados de la tierra» (1926), «Eternidad» (1938), «Canciones de Chile» (1954) y «Lagar» (1954).
Actividad diplomática
Mistral también se desempeñó como diplomática. En 1922, fue nombrada cónsul de Chile en Madrid, España. En 1925, fue nombrada cónsul de Chile en Lisboa, Portugal. En 1933, fue nombrada cónsul de Chile en Buenos Aires, Argentina.
Pensadora social
Mistral fue una destacada pensadora social. Se interesó por la educación y los derechos de la mujer. En 1925, fundó la Liga Internacional de Mujeres Intelectuales.
Mistral murió en Nueva York el 10 de enero de 1957. Su legado sigue siendo vivo en la actualidad. Su poesía es considerada una de las obras más importantes de la literatura latinoamericana.
Legado
Gabriela Mistral es una figura fundamental de la literatura latinoamericana. Su obra, que se caracteriza por su sencillez, profundidad y sensibilidad, ha inspirado a generaciones de lectores.
Mistral es también una figura importante del feminismo. Su compromiso con la educación y los derechos de la mujer la convirtió en una voz pionera en la lucha por la igualdad de género.
La obra y el legado de Gabriela Mistral son un testimonio de su talento, su compromiso social y su visión humanista.